Querida yo del pasado... Tú, yo, la persona que fui o que soy, no lo sé:

Te escribo estas líneas para recordarte lo importante que eres para mí. Me enseñaste a abrazar la nada y correr en busca de de todo, me hiciste caer y llenarme de cicatrices pero también saltar tan alto hasta tocar las nubes. Todavía recuerdo esas carcajadas que salían de ti, incluso cuando estabas rota. Recuerdo cuando corrías desesperada en busca de algo mejor; sé que no fue fácil pequeña, que te sentiste sola, perdida y frágil pero no te rendiste y te lo agradezco, te agradezco que siempre saliste de tu oscuridad, que empezaste a construirte a ensayo y error y que ni siquiera en los peores momentos, te diste por vencida.

No te destacaste por ser la mejor estudiante, te copiabas las tareas y estudiabas para los exámenes antes de clase. Eras más de compartir, escuchar, hablar, entender y al día de hoy, en medio de tanto caos y violencia agradezco toda esta empatía que herede de ti, me ha servido más que hacer reglas de tres o saber ubicar en el mapa alguna región.

Disfrutaste cada una de tus etapas, tuviste el corazón roto y lloraste ciento de veces, pensaste que no lo ibas a superar pero lo hiciste, lo hiciste como la mujer valiente y decidida que eres. Te conozco TAN bien que me emociono y no me creo todo lo que has logrado, no dejaste de soñar nunca y eso te ha llevado a lugares increíbles, con personas muy especiales.

Te miraste al espejo y viste errores, defectos y nunca nada bueno, te sorprendería que incluso con esa actitud las personas pudieron ver la maravillosa mujer que había en ti, te quiero todo lo que tú no te quisiste, te admiro y te respeto pero incluso con todo lo que aprendí de ti prefiero seguir viendo al espejo la mujer que soy y no la que fui.

Te amo y te perdono porque me heriste pero también me enseñaste a salir de ahí, no apostabas por tu futuro y aquí estoy yo, mejor que tú. Te equivocaste y me dejaste cien mil preocupaciones y espacios vacíos en los que he tenido que sembrar y construir. Dejaste todo en desorden y lleno de polvo pero hoy te puedo decir con seguridad que estoy floreciendo y construyéndome como siempre soñaste y nunca creíste.

Por último quiero que sepas que muchas personas se fueron y otras llegaron, no sé si para toda la vida o sólo hasta mañana pero ya no se me cae el mundo cuando alguien decide marcharse porque entiendo que cada uno tiene su paso, sigo disfrutando los atardeceres, el cielo, la Luna y las estrellas pero ya no me gusta mojarme cuando llueve y tampoco comer helado de chocolate, he cambiado y lo he hecho por ti y por mi, por las dos porque lo necesitábamos, necesitábamos ser más fuertes, más decididas, más arriesgadas pero especialmente necesitábamos crear más en nosotras, en mí y en ti. Recuerda siempre que te amo.

Con amor tú yo del presente,